Los estrógenos

Los estrógenos

Las ‘hormonas’ tienen muy mala prensa en la población general, la falta de conocimiento les atribuye multitud de efectos adversos, la mayoría imaginarios. El hecho científico y conocido es que forman parte del funcionamiento normal del cuerpo humano en muchas de sus funciones y son imprescindibles para la vida y la salud tal y como la entendemos. La clave está en sus niveles, sus ciclos de secreción y en caso de uso terapéutico, en la elección correcta de las indicaciones dosis y pautas de administración.

Otra `creencia` extendida es que son preferibles las hormonas de origen vegetal ´naturales´ porque se piensa que no tienen efectos adversos y son igual de eficaces que los fármacos. Nada más lejos de la realidad.

Los estrógenos son hormonas esteroideas, y pertenecen a un gran grupo de compuestos que derivan del colesterol. Existen varios en circulación, el más activo es el estradiol, aunque también tenemos estriol y otros. Se producen y secretan en las gónadas femeninas durante el proceso de maduración del folículo ovárico y tienen como objeto efectos a corto y a largo plazo.

  • corto plazo producen el crecimiento del endometrio y la formación de una estructura que puede transformarse en receptivo tras la adición de progesterona. Su producción en el ovario durante la primera fase del ciclo sirve para coordinar la maduración del endometrio con el calendario de desarrollo del ovocito, ovulación y potencial fecundación para preparar un endometrio receptivo.
  • Los efectos a largo plazo son la aparición y mantenimiento de los caracteres sexuales secundarios, distribución del vello y la grasa corporal femenina, aparición de las mamas, deseo sexual. Durante la vida fértil de la mujer ejercen efecto también ralentizando el envejecimiento de la piel, las arterias y el sistema cardiovascular, así como la masa ósea y la estructura esquelética.

Su uso terapéutico debe limitarse y supervisarse por médicos expertos que conozcan su dosificación utilidad y bajo estricta supervisión. En los tratamientos de reproducción asistida preparan el útero para la transferencia en los ciclos de ovodonación y recepción de embriones criopreservados. Forman parte de la mayoría de los anticonceptivos orales, anillos vaginales y parches anticonceptivos y en situaciones de emergencia por sangrado vaginal abundante se pueden usar con pautas muy concretas para cohibir la hemorragia y permitir la recuperación del equilibrio en el útero.

Decía Paracelso que todo es un veneno o un fármaco y esto depende de la dosis. Los estrógenos son un ejemplo claro.

El consejo final es confiar en el médico que conoce su uso indicaciones contraindicaciones y peligros, de tal manera que sabe cómo extraer los beneficios de su uso limitando los posibles efectos adversos. Desconfiad de todos los compuestos ‘naturales’ que no son fármacos ni tienen registro sanitario, es posible que estemos corriendo los riesgos sin obtener los beneficios, en el mejor de los casos no vamos a obtener ningún efecto.