Diferencias entre insuficiencia ovárica precoz e insuficiencia ovárica oculta
La insuficiencia ovárica es la incapacidad del ovario de realizar adecuadamente sus funciones, que son:
. La maduración y liberación de óvulos viables y
. La producción hormonal asociada que regula el ciclo endometrial y controla los caracteres sexuales secundarios.
La insuficiencia ovárica precoz viene determinada porque esta incapacidad del ovario (que ocurre de forma natural en la menopausia fisiológica y que tiene lugar entre los 45 y 55 años) se produce antes de los 45 años. Es decir, la menopausia ocurre antes de los 45 años.
Los síntomas y los signos son los de la menopausia fisiológica, con sofocos, cambios en la piel y en los genitales, cambios en la libido etc.
Las mujeres que padecen esta alteración deben preocuparse de prevenir las consecuencias a largo plazo sobre la salud, riesgo de enfermedad cardiovascular, osteoporosis y atrofia genital y envejecimiento cutáneo fundamentalmente. Son estas mujeres las que especialmente necesitan un tratamiento hormonal sustitutivo durante unos años para equilibrar los riesgos de estas enfermedades.
El fallo ovárico oculto es un concepto asociado a la reproducción asistida y se refiere al número de óvulos que cada mujer puede movilizar para su maduración en un ciclo. Equivale a la baja reserva ovárica que, a nuestro juicio, es una denominación más acertada.
Es importante que sepamos que no es una causa de esterilidad. Una mujer puede tener baja reserva, ovular de forma sana todos los meses y engendrar embarazos sanos si se dan las circunstancias adecuadas.
La baja reserva se pone de manifiesto cuando en el contexto de un tratamiento de reproducción asistida se produce una baja respuesta ovárica (menos de 5 ovocitos recuperados) con una estimulación ovárica idónea.
Es importante también que entendamos que la baja reserva (bajo número de ovocitos) no implica baja calidad de estos. Por lo general la calidad la entendemos como la capacidad de los óvulos de realizar su función, fecundarse, dividirse y dar lugar a una embarazo sano.
Estas características suelen estar asociadas con la edad más que con el número.
Otro aspecto importante a considerar es en qué medida la presencia de la baja reserva ovárica a edades tempranas implica una disminución de la fertilidad prematura. En este sentido y aunque los datos no son concluyentes asumimos que es así y que la detección de la reserva ovárica, por medio del recuento de folículos antrales o de las determinaciones hormonales debe formar parte de las revisiones rutinarias ginecológicas para que, cuando se produzca, pueda ser conocida por las mujeres y que puedan tomar las decisiones en relación a su proyecto familiar con el mayor conocimiento posible sobre los riesgos y las posibilidades.