5 consejos para mantener una vida saludable
En numerosas ocasiones hemos incidido en la importancia de tener unos hábitos de vida saludables ya que los resultados que se obtienen son muy positivos. Sigue estos pasos para empezar a sentirte bien tanto por dentro como por fuera.
- Haz ejercicio regularmente. Inclúyelo en tu agenda. La actividad física es la primera clave principal de este estilo de vida. Ya sea dar un largo paseo, hacer unos fáciles ejercicios en casa o ir al gimnasio. Es muy importante que seas constante ya que de lo contrario los efectos no serán los mismos. Si estás empezando 2-3 días a la semana durante media hora serán suficientes. Según vaya pasando el tiempo te sentirás mejor y podrás aumentar los tiempos.
- Come sano. Este es el segundo gran paso que debes dar. La dieta que lleves puede cambiar cómo te sientes. Deja de lado los platos preparados, las bebidas azucaradas o la comida rápida y apuesta por alimentos más saludables como las frutas y verduras, o la carne y el pescado a la plancha. Si eres de poco cocinar, existen una inmensidad de platos fáciles, rápidos y deliciosos. ¡No olvides beber al menos dos litros de agua al día!
- Duerme bien. El descanso es fundamental para el estilo de vida saludable. Duerme alrededor de 8-9 horas/día y notarás la diferencia.
- Reduce el estrés. ¿Cómo? Muy fácil. Primero, planifica bien tus actividades día a día. En segundo lugar, sigue todos los pasos que hemos mencionado anteriormente. Y por último y no por ello menos importante, busca un momento para relajarte y respirar.
- Cuida tu salud mental. Esta es tan importante como la salud física. Si tienes inquietudes o problemas no dudes un momento en hablar con alguien de confianza o con un profesional. En los tratamientos de reproducción asistida, la carga emocional es muy fuerte y en numerosas ocasiones no es posible gestionarla en solitario por lo que la solución más eficaz es pedir ayuda profesional.
Con estas cinco recomendaciones podrás empezar a notar un gran cambio en tu día a día: estarás más relajada y feliz, te sentirás más fuerte y serás capaz de afrontar los retos que se presenten. Además, si te quedas embarazada, serás capaz de gestionar mejor los dolores y molestias producidos en esta etapa.